Día 13, viernes
Mi jefe volvió a enfermarse. Yo he evitado la modorra manteniéndome ocupado aquí en mi casa, haciendo lo que más me gusta hacer (esto es, escribir) y parece que he tenido éxito, porque he logrado escribir dos párrafos sin cansarme, intentando mantenerme iluminado. Ayer pasé la tarde en Larcomar, mirando el mar -mientras escuchaba una versión en vivo de Desolation Row- esperando que sea la hora pactada para la entrevista a Nishme Sumar, la directora de la adaptación de "Mi nombre es Rachel Corrie", recuerdo que mientras estaba ahí parado, al borde del abismo, con el saco negro y la corbata azul que ahora tengo que usar para ir a la universidad, el viento era tan fuerte que desordenaba mi pelo. A lo que voy es que mientras estaba mirando el mar me fue imposible no pensar en todo, mientras el viento desordenaba mi pelo, ¿o mis ideas? Más tarde, a mitad de la entrevista, las pilas de la grabadora que tenía se acabaron y tuve que empezar todo de nuevo.
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